Podría descender hasta el infinito y aun así no hallaría mi alma, mordida, despedazada, destruida, que duele… anclada en el fondo de la triste oscuridad, hundida en una pena tan grande que me ha de matar... desear la muerte y descansar, sin fin... te eligió mi corazón y siempre tuve claro que a él le daría la razón... te dejo para que no la olvides, la mejor de mis sonrisas, la luz que de mi ojos salía, al verte a ti mi vida... la alegría de vivir se me escapó, pero espero que a ti te vaya de lo mejor... yo siempre estaré velando, para que no te hagan ningún daño, para que cuando lo necesites, me tengas sin dudarlo a tu lado... desde este salto mortal me despido ahora, quizás mañana sea otra cosa...!
MXE
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