Pasaba sus horas frente al espejo,
buscando respuestas que no fueran cuentos…
sabía que no podía tardar,
aparecería su príncipe, volvería a soñar…
peinaba sus trenzas, acariciaba sus perlas,
miraba en sus ojos, veía sus ojeras…
sufría milenios de desamor,
abandonada a su suerte moría de amor…
espiaba a las parejas desde su balcón,
cantaba canciones de pena y dolor…
se fue volviendo transparente y un día desapareció,
sin dejar ni rastro se esfumó en su sillón…
desde entonces su perro no deja de llorar,
de ladrarle al viento, al cielo y al mar!
buscando respuestas que no fueran cuentos…
sabía que no podía tardar,
aparecería su príncipe, volvería a soñar…
peinaba sus trenzas, acariciaba sus perlas,
miraba en sus ojos, veía sus ojeras…
sufría milenios de desamor,
abandonada a su suerte moría de amor…
espiaba a las parejas desde su balcón,
cantaba canciones de pena y dolor…
se fue volviendo transparente y un día desapareció,
sin dejar ni rastro se esfumó en su sillón…
desde entonces su perro no deja de llorar,
de ladrarle al viento, al cielo y al mar!
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