Y llegada la hora del reposo eterno, en que mi cuerpo ya no sea mi cuerpo... en que sea el habitáculo yermo, del vacío mas inmenso... el cofre exhausto de vida, que un día fue cierto... el sagrado arcano, del cielo incierto... esa diáspora divina, hacia el firmamento... el aciago despojo de mis sentimientos... tus ojos amados no podrán creerlo y se aferrarán al lecho, en el que deje de ser tu sueño!
MXE